Los presidentes de la Sociedad Rural de Bolívar, José Gabriel Erreca; de CARBAP, Ignacio Kovarsky, y de la Federación Agraria Argentina filial Bolívar, Eliel Nabaes, junto a referentes de la Cooperativa Agropecuaria de Bolívar y otros integrantes de las entidades, decidieron presentarse en la municipalidad de Bolívar para reclamar por el mal estado de los caminos rurales y por, según denuncian, embargos sin notificación previa por deudas de Tasa vial.
Si bien los dirigentes rurales buscaban reunirse con el intendente Marcos Pisano, eso no se pudo lograr debido a que el mandamás municipal no se encontraba en el edificio. Ante esta situación, los ruralistas emitieron un comunicado.
““La situación del campo en Bolívar es crítica. Los caminos rurales están destruidos, en muchos casos totalmente intransitables, lo que ha impedido que numerosos productores puedan sacar sus cosechas, trabajar con normalidad o siquiera transitar sin dañar sus vehículos. En este contexto, muchos no han abonado la Tasa Vial no solo como reclamo por la falta de contraprestación del servicio, sino porque directamente no tienen cómo reunir el dinero”, señalaron.
Según explicaron, la Tasa Vial debe contar con una contraprestación “pero hoy lo único que estamos recibiendo del Estado es abandono y castigo”.
Además, afirmaron que “lo que está haciendo el Municipio es asfixiar a quienes producen alimentos y sostienen la economía local”. Y aseguraron que “va mucho más allá de lo económico: hay familias aisladas, chicos que no pueden llegar a las escuelas rurales, docentes que no logran dar clases y ambulancias que no pueden ingresar a los campos”.
Casi finalizando, expresaron: “Este nivel de desamparo es una locura. El estado municipal no solo no cumple con su obligación de mantener los caminos, sino que además embarga cuentas sin previo aviso a quienes no pueden trabajar. Nos están empujando a un punto de quiebre”.
Para cerrar, indicaron: “Con dolor, preocupación y determinación, el campo volvió a decir presente. Exigiendo respuestas, pero también respeto. Porque detrás de cada tractor, de cada hectárea y de cada camino roto, hay personas que siguen de pie, pero que ya no pueden más”.
